La que para muchos de nuestros huéspedes es la joya de la corona. Una cabaña tradicional boyacense, hecha con bloques de adobe (barro prensado), madera y piedra – todo el material proveniente de la misma vereda -, tal como las construían nuestros ancestros hace más de cien años, pero con las principales comodidades actuales para una estadía confortable y una experiencia única.
Ninguna foto le hará justicia a la espectacular vista de la montaña desde nuestro exclusivo balcón y ninguna foto o video podría reproducir el especial olor que se percibe al entrar en el bosque de pinos y eucaliptos, también exclusivo de nuestra propiedad, y que circunda a la cabaña.
Tendrás a tu disposición, además, una hectárea de tierra con varios caminos para poder disfrutar de distintas vistas de la montaña, ejercitar el cuerpo y la mente, y visitar nuestros (siempre) cambiantes jardines.
Para llegar a la cabaña hay que caminar por una trocha escarpada de unos 150 metros, aproximadamente, desde el estacionamiento. Solamente este camino, que es en un 50% de piedra laja, construido por nosotros mismos, ya es una atracción para muchos de nuestros huéspedes.
Por favor ten en cuenta que por motivos logísticos, de iluminación y del terreno, nos es complicado entregar la cabaña después de las 5:30 pm.
La casa es espectacular, es cómoda y llena de detalles. Ideal para descansar y alejarse de todo un par de días. El clima es muy agradable y la sensación de estar en la mitad de un bosque sin nada más alrededor es única. Las fotos son exactamente como es, está muy bien equipada así que se puede cocinar lo que uno quiera. La comunicación con los anfitriones es muy buena, son lindas personas y están pendientes de todo. Súper recomendada!
Un gran espacio para escapar de la ciudad y estar conectado con la naturaleza. Despertarse y ver el valle en el horizonte o la neblina cubriéndolo lo transportan a uno a uno de esos paraísos mágicos que sólo aparecen en películas y libros. Es el espacio perfecto para salir unos días de la ciudad, descansar, leer, caminar por el bosque, hacer una fogata o simplemente dormir.
Un contacto con nosotros mismos y la naturaleza, nos encantó la casa y el lugar. Un lugar maravilloso, una casa de montaña que nos devuelve en el tiempo y nos conecta con nuestros orígenes, con la montaña, con lo realmente esencial y necesario, muy recomendado!